lunes, 25 de agosto de 2008

¿La medalla olímpica de Argentina en fútbol será el último oro que reluce?

PEKIN.Los clubes más ricos del mundo iniciaron este año una ofensiva para producir un cambio de 180 grados en las reglas del fútbol internacional, al ganar la primera batalla legal para no ceder jugadores y el oro de Argentina en Pekín-2008 puede ser el último que reluzca en los Juegos.¿Qué sería del campeonato olímpico sin los Lionel Messi, los Ronaldinho, los Sergio ´Kun´ Aguero, o los Diego, por citar sólo algunos ejemplos de las superestrellas del fútbol internacional que convierten a la justa olímpica en un ´Mundialito´.La goleada histórica de Argentina por 3-0 sobre Brasil hizo estremecer al Estadio de los Trabajadores con un superclásico mundial que una multitud de aficionados chinos pudo disfrutar en vivo por primera y, tal vez, única vez en su vida.La final con el 1-0 de Argentina a Nigeria pudo ser más excitante si los organizadores se apiadaban de los jugadores y el público para que se jugara de noche y con 33 grados en los termómetros y casai 42 dentro del faraónico anillo del Nido de Pájaro.Alguien que sabe analizar el fútbol tan bien como lo jugaba, el ex capitán y emblema de la selección argentina Diego Maradona, salió en defensa de los Juegos y de la pasión por la camiseta nacional, al afirmar que "FC Barcelona no quería dejar venir a Messi, pero ahora cuando vuelva con la medallita colgada, ¿cuánto se cotiza?".Pero las instituciones cuyos presupuestos son mayores a los que manejan ciudades donde nacen los cracks latinoamericanos no darán brazo a torcer y esto es sólo el primer capítulo de lo que será una larga historia.La lucha entablada por los catalanes, en unión de hecho con el Werder Bremen por retener a Diego y por el Schalke 04 por impedir que Rafinha viniera a los Juegos es sólo el primer capítulo.
"Vamos a estudiar que los Juegos figuren en el calendario internacional", dijo a la televisión el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien en defensa del torneo Sub-23 de los olímpicos citó la cifra récord de asistentes a los estadios.Oficialmente concurrieron un total de 2.140.000 espectadores a las canchas de Pekín-2008, entre los torneos masculino y femenino, fenómeno que no podría haberse dado de igual manera si jugaban ilustres desconocidos o ígnotas promesas.La popularidad de Messi y Ronaldinho, que provocaba ovaciones, aplausos y exclamaciones de asombro y felicidad en los estadios cuando tomaban la pelota, no le ha ido en zaga a la que demostraron las megaestrellas de la NBA, con Kobe Bryant a la cabeza, y a la par de Phelps y Bolt.Maradona dijo que la medalla de oro también aumentó la cotización de "´Kun´ Agüero para el Atlético de Madrid", pero la discusión en ciernes será por el límite de edad de los jugadores, con el propósito de bajarla de Sub-23 a Sub-20."Sería un pecado bajar la edad porque hay que darle chance a estos chicos", dijo Maradona.Desde otro enfoque, Blatter también defiende la continuidad del torneo Sub-23, aunque se estudiaría una reforma para no permitir a los tres jugadores mayores como viene sucediendo."Eso es lo que queremos discutir con el Comité Olímpico Internacional (C0I), que sólo se incluya a jugadores menores de 23 años", declaró el presidente de la entidad rectora del fútbol.Y si hubiese limitaciones tan estrictas de edad como los que pretenden defender el interés de los clubes con una mira estrecha, Argentina no hubiese podido celebrar en Pekín-2008 al récord de Javier Mascherano, primer deportista de su historia en ganar dos preseas doradas, junto con la de Atenas-2004

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